La parte interna de la creación. Ep.2
Con la pena de superar ya incluso el año de no actualizar mi blog, y después de obligarme a desapegarme a las redes sociales y su dañina espiral por la que todos nos deslizamos, un poquito mas profundo con cada día que pasa. Es que he recordado lo útil e importante que es regresar un poco a este tipo de plataformas, donde puedo extenderme mas sobre el proceso mental de mi trabajo, lo que me lleva al sin fin de preguntas e ideas que vienen al momento de querer crear algo y que en general puedo decir lo que quiero, porque quien se acerca a los blogs llega con el interés y el conocimiento anticipado de que va a leer algo, a lo mejor algo extenso, pero que libre de miles de hashtags y sin la limitante de 180 caracteres podemos hablar de la creación y lo que conlleva.
Las redes sociales creo que ahora mismo están en esa inminente curvatura en declive que viene inmediatamente después de la cúspide y que le es consecuente al irremediable decaimiento. Y me he dado cuenta que en el momento en que empiezo a involucrarme más en el juego de las redes sociales más ansiedad siento y mi autoestima queda poco a poco más adolorida, por eso es que ahora limito mucho el uso de las redes sociales y trato ser lo mas sabia posible y mejor dedicar ese tiempo en lo que me gusta. Y una de esas cosas es escribir lo que pienso y lo que encuentro importante, entonces pues, Bienvenidos a mi blog de nuevo.
‘Absurdidad Enmascarada de Razón’ es una de las piezas con más significado e importancia personal que hasta ahora he realizado. Por un lado le tengo mucho aprecio porque con esta es que por fin dibujo sin estrés, sin deadlines, sin expectativas y sólo con el placer de crear algo.
Hace un poco más de un año que pasé por una experiencia difícil en mi carrera profesional, una etapa de inseguridad en donde me llegué a cuestionar si de verdad lo que hacía valía la pena y si de verdad tenía el talento para ello.
Después de unos meses de introspección me di cuenta que la culpa de estas inseguridades era el mercado y sus exigencias y que no tenía nada que ver conmigo.
Prefiero seguir siendo libre, a ponerme a disposición de la complacencia social y la ocurrencia.
Es después de esto que decido ponerme un reto y hacer un dibujo sin restricciones de nada, ni de formato, ni de tiempo y tan intrincado como mi loca imaginación me lo permita, pero aún así con el propósito de lograr una pieza visualmente balanceada y armónica.
Aquí, hay una niña de carne y hueso quien encarna a la condición humana, ahí también existe su capacidad de razonamiento, lo vemos en su cabeza, un razonamiento que es seguido por el cuestionamiento y luego tantos de ellos que llegan a apilarse uno tras otro hasta llegar a los cielos de absurdo, de lo incoherente.
La razón es una característica del hombre que es tanto dicha como perdición para la especie, pues nos ha dado por un lado; el privilegio de la comprensión del tiempo, de tener consciencia sobre uno mismo, nos ha dado la capacidad de cuestionar y la capacidad de imaginar.
Pero también nos ha alejado de la posibilidad de convivir con el instinto y la lógica solo nos ha dejado con una serie interminable de categorías y un sistema de conocimiento que únicamente funciona para el mundo humano y por el que todo ajeno a ello se desconoce o ni se quiere conocer realmente. Lo que resulta que nos aislemos para siempre en un cosmos humano fuera de toda la realidad objetiva, realidad que simplemente nunca hemos considerado.
“El Mundo”… es la experiencia del hombre tal como se le aparece y es modelado por su ego. Es esa existencia menos fecunda que se vive de acuerdo con los dictados del yo encerrado en sí mismo.
Aldous Huxley, ‘Los Demonios de Loudun’
Es la naturaleza desnaturalizada por los espectáculos de espejismo de nuestros apetitos y de nuestras revulsiones. Es lo infinito divorciado de lo eterno. Es la multiplicidad que rechaza su fundamento no dual.
Es el tiempo que se aprehende como sucesión de cosas condenadas a sucederse. Es un sistema de categorías verbales que ocupan el lugar de las cosas particulares, insondablemente misteriosas y bellas y constitutivas de la realidad. Es una noción denominada ‘Dios’. Es el universo identificado con palabras de nuestro vocabulario positivista’
Este sistema excluyente de conocimiento por el que forzamos nuestra existencia ha resultado en una necesidad por categorizar todo lo que esté a nuestro alcance, pero principalmente nos ha llevado a generar esporádicamente nuevos conceptos que se alejan cada vez mas del esclarecimiento (una aflicción que empeora con el tiempo) y que fundan doctrinas de irrelevancia e ideologías que derivan únicamente del capricho de unos pocos. Las cuales solo sirven para confundir y distorsionar aún mas la comprensión de nuestro ser y del propósito de nuestra existencia. Estructuras de pensamiento, como el deseo por la trascendencia ascendente, la moralidad, los roles sociales y responsabilidades, así como las instituciones de la fe representan únicamente conceptos imaginarios que han sido inventados por el hombre sin un uso verdadero para el enaltecimiento de nuestra estirpe o de la realización personal definitiva.
Al paso que con la llegada de la tecnología junto con su conjunto de nuevas categorías y definiciones, hemos vendido incluso nuestra esencia a la idolatría de la tecnología, pues esta, es la cúspide del pensamiento utilitario, como dice Ernesto Sábato:
” … El hombre conquistó el mundo de las cosas, pero con un gran riesgo para su alma; ha terminado por cosificarse. Él mismo se convirtió en cosa”
Ernesto Sábato
Me encanta tu filosofía, estoy de acuerdo en todo